El cliente comprobó que entre los tubérculos que se llevaba a casa portaba una granada de mano, que pasaba prácticamente desapercibida entre el kilo de patatas, ya que se encontraba totalmente petrificada.
La Guardia Civil se desplazó al establecimiento para hacerse cargo de la granada, que ha quedado depositada en las instalaciones de la Armada, para que sea estudiada por parte de sus artificieros.
Fuentes del Instituto Armado han apuntado a que la granada, en forma de piña, podría datar de la II Guerra Mundial, de una zona en la que se libraron varios enfrentamientos, como es la frontera entre Francia y Bélgica. Precisamente, la misma zona en la que se encuentran los campos de cultivos de donde proceden las patatas que la frutería tenía para su venta.